sábado, 29 de junio de 2013

Tú, desierto


Hace ya casi un año que no escribo... Desde aquel verano para el olvido. Y es que eras para mí como un sol resplandeciente, dorado, caluroso, brillante; y yo presa frágil para engalanarte.

Intenté correr para no quemarme con tu luz sintética, pero no logré hallar sitio.  Hui, fingí, me engañé, hice tantas cosas para poder remediar esa tortura de tu calor. Porque en apariencia eres hermoso, eres dorado, eres glorioso, pero secas, y yo me sequé.





Gabriel Colín
@gabo_chokyi 
facebook.com/gabo.chokyi.lhundrup



lunes, 13 de mayo de 2013

Siempre cerca, siempre lejos


Iniciamos juntos y duró toda una vida, nos alejamos mucho y gracias a Dios, no duró tanto. Ahora volvemos a unirnos aunque la amenaza de la separación esté siempre latente.

Me conoce mucho y poco a la vez, pero sé que soy uno de sus grandes amores y él es uno de los míos también, pero sin Edipo.

Jamás ha faltado de ninguna manera en la casa, jamás ha exigido lo que no podemos dar y sin embargo le he negado lo que merece.

Ambos hemos cambiado pero en nuestros cambios aparecemos respectivamente. Nos parecemos tanto que nos cuesta trabajo aceptarnos. Puedo odiar la forma en que come, él puede odiar la forma en la que hablo pero todo se resume en que somos de tal palo, tal astilla.

Es mi padre, mi héroe, mi modelo, mi surgimiento, es el ejemplo de hombre y el concepto de hombre que yace en mi mente y en mi corazón.

Siempre cerca, siempre lejos.





domingo, 26 de agosto de 2012

Es como si todo estuviera confabulado para que tu vida fuera perfecta, para que cada despertar fuera el más hermoso, el mejor, el más luminoso y tibio que el del día anterior. Es como si todo fuera un rompecabezas que al final cuando está todo armado y alzas la mirada, para verlo completo, te mostrara lo perfecta que es tu vida, y que aunque le saques una pieza, te enseña lo perfecto de su preciosa imperfección.











                                                                   Le Siren♥
                                http://thebeautysiren.blogspot.com

martes, 14 de agosto de 2012

La Espera


Te espero paciente en la silla donde me he sentado a contemplar las estrellas cada noche, en el asiento cálido de mirar la gente pasar por el barrio en abril, mayo, julio.


Te espero desde que llegó agosto contigo del brazo, con tu paso constante, solo, sereno, con esos hoyuelos de vida que se han instalado en tus mejillas, desvelado de tanta buena vida.
   
Por un momento, al verte tan sereno y con feliz montura, traté de correr hacia tí y decirte que eres tú lo que tanto tiempo he estado soñando, lo que impaciente busqué por entre los años de mi mediana vida, y es que un alma como la tuya, no se encuentra todos los días, ni por casualidad...

Ya he visto pasar muchos egos por la acera, a aquellos que van con el disfraz puesto de hermosos inquebrantables, también a los temerosos indecisos, a los intolerantes, a los vulnerables con máscara de fortaleza, a los amorosos desesperados y presurosos.  Pero tú eres distinto, no llevas una etiqueta, lo noto en tu andar, en tu sonrisa limpia, en el cabello oscuro ondulado y revuelto que te acomodabas constante, pero dejándole libre juguetear con tu rostro.

No sé si regreses, no sé si vuelva a ver el milagro que guardas en tus ojos, no sé si pueda volver a oler ese aroma tuyo, si pueda abrazarte... No sé, pero espero sensato, que vuelva esa tarde en la que detuviste el tiempo.

Aquí sigo esperándote.


Gabriel Colín
@gabo_chokyi 

jueves, 2 de agosto de 2012

El Fin del Mundo


Corrí rápidamente para verte, el lugar del encuentro estaba a una distancia corta de casa, y ahí iba, con el tiempo cada vez más corto para ver tu rostro y esas piernas tuyas que llevas encantadas de ser estudiadas. 

Las manecillas del reloj, de pronto, comenzaron a dejar de estar de mi lado, emprendieron cierta velocidad, demasiado a prisa, aún sabiendo que estabas tú ya en el andén del tren esperando mi llegada, pero no pudieron con tu paciencia, llegué a la estación, subí las escaleras y ahí estabas tú, erguido como siempre, con esa expresión serena y ordenada, con la seguridad de tener  todo bajo tus dominios, eras ahí con tu piel de cacao y ese aroma dulce que despides desde muy dentro de ti. 

En cuanto te vi caminé rápidamente, directo a tus brazos, me tomaste entre éstos y fui pleno por un momento, pero teníamos que tomar  el tren a nuevos terrenos, a lugares necesarios de explorar, desconocidos, mágicos y un tanto peligrosos.  

Tú veloz, yo constante a tu lado, tú esperando llegar al lugar deseado, yo contante compañero disfrutando la aventura del día,  de estar a tu lado y ser parte de tu historia, tú desesperado por no encontrar el sitio que resolvería tu futuro, yo compañía constante a la espera de tus labios.

Hablamos mucho, hablamos poco, o a momentos el silencio nos dominaba durante el viaje, sin embargo, y pese al silencio,  los rincones solitarios eran cómplices, en espera de ser utilizados para que nuestras miradas se cruzaran y pasara algo más que eso, para que las manos disfrutaran libres en el cuerpo del otro. Pero el momento no nos llego, había que mesurarnos y yo, con mis temores por delante, todo se nos quedó guardado en la imaginación...

El viaje, ese viaje de sueños, en el que nos mirábamos, nos escuchábamos,  en el que nos burlábamos uno del otro, en el que nos dimos espacio y aire, en el que nos alimentábamos con el azúcar, ese dulce que me hicieron disfrutar como nunca tus besos, como en ese momento en el que me tomaste por sorpresa a la salida del salón e hiciste que me derritiera detrás de la puerta que nos separaba del mundo ajeno a nosotros, era como un ritual secreto sentir tus labios azucarados, éramos tú y yo.

El fin del mundo nos protegió de todo mal, nos ayudó a fluir en el autobús de regreso, a limitarnos, a encontrarnos, a saber que no éramos el uno para el otro, que juntos estábamos lo baste bien para dejarlo, nos ayudó a tomar el camión del deseo, de mis limitaciones.

Ese  viaje fue una aventura  constante, el pretexto para salir a flote pese a la tempestad, al reflejo del pasado doloroso, porque pese a tus cambios constantes, no dudaría ni un momento en volver al fin del mundo, por uno de tus dulces besos.





Gabriel Colín
@gabo_chokyi 

sábado, 2 de junio de 2012

Poeta

Poeta mediocre
pobre
cansado
poeta acabado.

Poeta sin poemas
sin poemas amargos
amargos los besos
que nunca le dieron.

Poeta sin sueños
sin misterios
sin palabras.

Poetas
no todos somos poetas
pero este poeta
el mediocre, cansado, acabado
soy yo.



                                                                                                                               LeSiren

sábado, 26 de mayo de 2012

Razones


Hace tiempo ya que tengo ganas de una nueva aventura, una en la que pueda ser, deshacer, decir, expresar lo que tiene mi mente contenida, de tener un lugar donde pueda vaciar todo eso que contiene ese lugar en donde nacen los sueños y crecen las emociones, donde habita la fe y se cobijan los amores. Hace tiempo ya, también, que tengo ganas de deconstruirme, de crear, de sentir la vida de una manera distinta.

La mente es reina, y no es que yo pretenda construir palacios a los apegos, al aferramiento, a las ilusiones, pero si intento comenzar un nuevo viaje, en el cual, tenga la habilidad de poder expresar, pero sobre todo, de compartir los hechos que van suscitando a través de las lunas.

Yo no quiero ser un literato, ni un artista incomprendido en busca de reconocimiento, el arte ya está muy manoseado. Pobre del arte, ahora ya cualquiera es artista, sólo basta hacer alguna estupidez para serlo. Yo todavía respeto al arte, lo admiro, lo reconozco y le doy el derecho a la dignidad.

Hace unos meses hablé con una mujer grande en conocimientos, una sabia, un ser de luz. Ella me contaba de su gran amor en la Habana, uno de esos amores intensos que al final resulta imposible volver a ellos. Me me explicó cómo el pasar de los años le ha cambiado su vida, el como las decisiones que ha tomado le han cobrado un precio por pagar a sus actos.  Me compartió también sus recuerdos, su fotos en Cuba, su amor y sus milagros.

Cuando estoy con esa mujer grande, mantengo algo a lo que yo llamo sesión de amor, y es que para algunos estar con personas inmensas en afinidad, en confianza, en comprensión, es tan sólo un momento cualquiera, mientras que para mi es literalmente una sesión de amor.  Ella, la sabia de mi vida, mi hermana espiritual, me leyó las cartas luego de compartirme parte de su vida.  Me señaló entonces el inevitable encuentro del amor en mi existencia presente, cosa que marca el Tarot constantemente, como un karma inalterable por el cual tengo que atravesar y aventurarme tarde o temprano, pese a mi resistencia, pese a mis defectos y miedos.

Mi hermana de tantísimas vidas, la amorosa, me dijo que es hora de aprender a volar, de ir comenzando el cambio, que paso a paso debo confiar más en mi, que he de aprovechar mis pasiones para construir un nuevo camino, y luego de hacer un poco de reflexión en torno a sus sabios consejos, el panorama se empezó a despejar, y es que el camino por el que andaba estaba un poco turbio, el agua de la mar ya no era cristalina, el cielo se veía tan gris que los volcanes ya no se podían admirar desde lo lejos, ya ni la luna tenia brillo, la noches eran tan aburridas como obscuras.

En una ocasión me dejé herir por un hombre con una enfermedad crónica, el ego. Yo solía pasear con él por las calles del centro, íbamos a media tarde simplemente a caminar,  y ahora que lo pienso, realmente fue una suerte que me diera oportunidad de conocerlo, porque gracias a eso, me pude dar cuenta que dentro de la obscuridad es más fácil ver la luz, por más diminuta que esta sea.  Me adentré en un nuevo mundo a partir de que él me dio un duro golpe, recuerdo que dolió tanto que solté un grito desgarrador, corrí hacia donde veía la luz más grande y al llegar hasta el centro de esa luz, caí al piso y sin saber por qué, sentí la sensación de estar protegido, luego de un rato me quedé dormido a los pies de una deidad, figura celestial de donde provenía tanta luz, era la representación de la posibilidad que tenemos para purificar nuestras acciones negativas y convertirlas en oportunidades, me refugié en ella y descansé. 

Esa noche acostado a los pues de aquella hermosa figura, soñé que me sonreía y comenzaba a cantar una canción repetitiva de cien sílabas que purificaba todo, una y otra vez hasta que desperté en el centro de mi habitación.  Me asomé por la venta y el mar era de nuevo turquesa traslucido, el cielo azul, la luna recuperó su brillo, los volcanes volvieron a vestir la ciudad, la noche y la serenidad volvieron a ser una, las fuerzas regresaron a mi.

Al día siguiente, un sabio que diseña objetos mágicos, me habló sobre la importancia de la escritura, me cuestionó sobre mi mala distribución del tiempo, del porque en las actividades reflejo tan poco de las letras que escribo, me sugirió que debo seguir escribiendo, pero ser congruente también.

Por eso hoy escribo, sin la motivación de obtener ningún tipo de reconocimiento, sin siquiera pretender ser leído por alguien más que mis amigos, la idea entonces es dejar fluir la energía, el viento, el agua, el fuego, caminar firme sobre la tierra.

Mi amiga LeSiren, quiso compartir conmigo esta nueva aventura, su tiempo, un trozo de su vida, para crear este espacio inspirado en las cosas que hay que aprender y olvidar, en los corazones rotos, en los faltos de fe, en los que tienen ganas de crecer, de sentir sin temor, en aquellos que gusten compartir con otros sus sueños y sus pasiones, en los que sienten magia y cosquillas en el alma.


Gabriel Colín
https://www.facebook.com/gabo.chokyi.lhundrup

sábado, 19 de mayo de 2012

Yo digo, porque tampoco lo sé a ciencia cierta, que tenías miedo.

Te daba miedo que alguien te quisiera, pero te aterraba más, que yo quisiera quererte, que de una u otra forma quisiera estar contigo.

Y te entró tanto miedo de ti, de cagarla, que la cagaste a la primera y bien feo.

Miedo de enamorarte y después creíste que la que iba a terminar cagándola iba a ser yo.

Lástima, qué lástima me da tu cobardía porque yo también tenía miedo, pero estaba conciente de que si alguno de los dos la cagaba... 

También la podíamos limpiar.

                                                            
                                                                                                                                                      LeSiren

jueves, 5 de abril de 2012

Miedo



Se me acercan, rondan por mi cama, al rededor de mi habitación. Se aparecen más cuando apago la luz y aún cuando les digo que se vayan. A veces se van, otras veces son tan insistentes que siguen aquí como si yo les llamara, como si yo les pidiera a gritos que se quedaran, cuando en realidad les grito que se larguen, que los odio, que no los quiero en mi vida nunca más. 


Y así, así como esas enredaderas que encuentran algo y de ahí se agarran para hacerse sus dueñas, para no dejarles otra opción que ser devoradas por su follaje, así son los miedos, se creen nuestros dueños y nosotros, ingenuos, débiles, cobardes, creémos que les pertenecemos, que haremos su voluntad.

Así son mis miedos, mis temores. Me tratan de comer, de chupar todo lo que tengo para dar, lo que tengo para salir adelante. 

Pero una cosa es que estén aquí, que estén presentes y otra muy distinta que sean bienvenidos, porque no lo son y lo saben. Y entonces me empeño en correrlos, en ignorarlos para que se den cuenta de que no me hacen daño, ya no como antes. Que se den cuenta de que los conozco perfecto y sé cuándo salen y por qué vienen a buscarme, así que los mando al demonio porque sé que soy mejor que ellos y ellos simplemente, no podrán contra mí.


                                                                                                                                           LeSiren